REPORTAJE DE BODA
Cada uno de mis reportajes pretende captar las emociones del momento. Intento hacerme invisible, para poder dejar a las parejas su protagonismo y permitirlas vivir cada sentimiento abiertamente.
Esa cautela, y ese sigilo, me permiten captar momentos reales, donde los novios no se sienten observados, y dan rienda suelta a cada una de sus emociones, al igual que sus familiares e invitados.
Tengo un estilo marcado y diferente y siento que cada pareja tiene que tener un álbum único y hecho especialmente para ellos. Mis años como diseñadora gráfica, me ayudan a poder hacer postproducciones profesionales, y poder hacer realidad los sueños de muchas parejas.
El reportaje de bodas incluye mi trabajo durante toda la boda, desde los preparativos, hasta el baile, consiguiendo así entre 500 y 900 fotografías, que entregamos con el trabajo de postproducción y en alta resolución.