Ser madre
En el momento en que nos enteramos que en nueve meses nos convertiremos en madres nuestra percepción y sentimientos hacia el mundo exterior y las personas que lo conforman cambian totalmente; pasamos de ser simples “mortales” a convertirnos en una máquina protectora llena de amor, calidez y un sinnúmero de miedos.
Desde que nos convertimos en madres, nos vemos a nuestra madre reflejada en nuestras propias acciones. Mimos, abrazos, cuidados, amor, canciones de cuna… recuerdos y olores de nuestra infancia vienen e inundan nuestros corazones del amor que recibimos de nuestras madres y que ahora, volcamos en nuestro nuevo retoño.