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Hace unos días tuve por fin el tiempo de sentarme algunas horas frente al ordenador y decidí dedicar algún tiempo a mirar los archivos de fotografías guardadas ahí. Siendo franca, el número de carpetas supera los 100, organizados por año, evento, familia, amigos, viajes, mascotas… uff, me canso otra vez al pensar cuantos archivos y cuantas fotografías tenia almacenadas ahí. Al ver las fotografías de nueva cuenta me puse seriamente a pensar qué hacer con este desorden… ¿Guardarlas en un disco duro? ¿Imprimirlas y organizarlas en un álbum? ¿Contratar un almacenador en línea?

Aún pensando en el cómo organizarme, llegó a mi mente la imagen de aquellos cálidos momentos familiares en donde pasábamos largas horas clasificando y acomodando las fotografías familiares. Me acuerdo que cuando era niña mi mamá siempre me recordaba que debía cuidar el número de fotos ¡imagínate… sólo podíamos tomar e imprimir 24 o 36 fotografías! A cada rato revisábamos cuantas nos quedaban, además, cuando iba con mi mamá a imprimirlas la emoción de ver cuáles eran las mejores fotografías no tenia precio, pues no sabía cómo iba lucir en ellas y si eran buenas y si me veía bien y si no tenía cara graciosa… Ahora que vuelvo a vivir esos momentos con las fotografías en mis manos y aunque han pasado muchísimos años de aquellos momentos me doy cuenta de cuán importante son las fotografías en mi vida.

La nostalgia se apoderó de mí y busqué mis álbumes familiares, año tras año de mi vida estaba ahí… bueno, hasta cierto punto en donde la cámara digital remplazó a los rollos fotográficos. Después de pensarlo un poco, me di cuenta de que la impresión de fotografías y la colección de las mismas en álbumes se están perdiendo. Las nuevas tecnologías nos han permitido almacenarlas en distintos dispositivos móviles que, aunque parecen por momentos ser más prácticos que el tener las fotografías impresas, cuando menos te das cuenta, el destino te juega una mala partida y así como así, las fotografías desaparecen como por arte de magia, dejando aquellos momentos de felicidad sin evidencia palpable de que realmente vivieron y sin la posibilidad de revivir y volver reír y ser feliz.

Tal vez el mantener las fotografías sin imprimir, guardadas en dispositivos de almacenamiento resulte más cómodo que archivar montones de fotografías pero, ¿qué tan confiables son estos dispositivos? Al paso en que avanza la tecnología, los dispositivos electrónicos y de almacenamiento que ahora utilizamos serán obsoletos en poco tiempo, y ¿qué significa esto? Que el recuperar las fotografías ahí almacenadas implicará una gran inversión económica (por estos días, en algunos lugares de España el costo de recuperación de archivos de un disco duro puede llegar a los 3.000,00 €). Haciendo cálculos, el coste de impresión fotográfica (una selección de las miles de fotografías logradas con la cámara digital, por supuesto) resulta más económica y con mayores beneficios a largo plazo que mantener las fotografías en dispositivos de almacenamiento ya que, además de que los álbumes fotográficos son un tesoro de la historia familiar, el mirar las fotografía, fomenta la unión familiar y refuerza la seguridad y autoimagen positiva que los niños tienen de sí mismos al saber que son parte importante de la familia; al mostrar orgullosos los álbumes fotográficos de nuestros hijos, les hacemos saber cuán importantes son y les enseñamos a valorar y atesorar los recuerdos y fotografías de aquellos  momentos felices.

El álbum de familia es un tesoro de la historia familiar y en MuvHaus Fotografía, nos importa preservar esas historias. Por eso, creamos álbumes de gran calidad totalmente personalizados que sin duda, serán un gran recuerdo que nuestros clientes podrán mirar y admirar por muchas generaciones.